La ética se basa en un conjunto
de valores morales y éticos. Estos valores deben ser absolutos, es decir,
debemos tomar en serio lo suficiente como para anular cualquier razonamiento
humano, la debilidad, el ego, o faltas personales. Cuando todo falla, los
valores fundamentales siempre nos guiarán. Por desgracia, la vida no es tan
fácil y siempre hay desacuerdo acerca de qué valores debe reinar.
Por suerte, en el mundo de la
ética empresarial, su empleador le ayuda. En pocas palabras, sus valores son
sus valores. Su libertad de elegir sus propios valores éticos es un poco
limitado, teniendo en cuenta la ola de escándalos corporativos en estos días,
la idea de seguir los valores de la corporación no puede ser muy reconfortante.
Problema: ¿De quién o de qué valores se puede confiar?
Debemos mirar detrás de negocios
exitosos, honestos y podremos ver un conjunto de valores que han resistido la
prueba del tiempo. Piense acerca de cómo estos valores se comunican en su
organización y lo que puede hacer para apoyarlos.
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